EL QUINQUÉ
Por qué Vila-Matas
Por Elisa Rodríguez Court
" [...] habría escogido una novela concreta de Vila-Matas, pero también, con esta, un amplio abanico de voces literarias que me han ido haciendo interiormente. Me habría visto entonces alzando finalmente el libro para la "foto de familia", repitiendo mentalmente las palabras de Flaubert, ya célebres: "No hay nada malo en estudiar a fondo a un escritor con un genio totalmente diferente al que uno tiene; así no puede imitarlo."
Me emocioné contemplando las imágenes del I Récord de Lectores en Madrid, celebrado en una estación del Metro. Con motivo del Día del Libro, este evento reunió a más de 300 lectores. Durante una hora leyeron su libro favorito, alzándolo en una "foto de familia", gesto final de esta iniciativa.
Me habría gustado estar presente entre los lectores. Difícil, sin embargo, la elección de una determinada obra, reconociéndome lectora voraz de literatura. No obstante, dado el carácter simbólico del encuentro, me habría decidido por la última novela de Enrique Vila-Matas: Aire de Dylan. Habría elegido este libro no solo por lo mucho que me ha gustado, sino porque lleva la firma de un escritor cuya obra me acompaña desde hace años. ¿Fan de Vila-Matas?, me preguntarán algunos. Pues no, pese a que su obra es una referencia literaria clave en mis lecturas y escritos.
No comulgo con la actual carga significativa de "fan" en el ámbito literario, una acepción que parece llevar en sus entrañas la marca de la exclusividad, inconcebible para lectores activos no dispuestos a vestir con una camisa de fuerza a la literatura.
Habría elegido a Vila-Matas precisamente por no circunscribir mi viaje literario a un solo libro. Con otras palabras, porque la voz indiscutiblemente propia de este escritor se funda en la asimilación de otras voces. Es este procedimiento de su escritura el que me ha permitido conocer la originalidad de su obra y, a la vez, descubrir a nuevos escritores. Estimulada por sus libros, me he adentrado en un sinfín de universos literarios, ajenos a las modas en curso.
De haber podido acudir ese día con Aire de Dylan a la estación del Metro, habría escogido una novela concreta de Vila-Matas, pero también, con esta, un amplio abanico de voces literarias que me han ido haciendo interiormente. Me habría visto entonces alzando finalmente el libro para la "foto de familia", repitiendo mentalmente las palabras de Flaubert, ya célebres: "No hay nada malo en estudiar a fondo a un escritor con un genio totalmente diferente al que uno tiene; así no puede imitarlo."
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